Crónica.
Dos de febrero.
Cinco
centímetros de columna
A
nadie le dice nada
Que
una anónima arenera...
Mal gusto del periodista
Por
tal condimento a la hora del almuerzo
Mal
gusto de la muerte
Sonrisa
endemoniada de la vida
Una
mujer arenera...
Diez uñas
Y
el silencio
Para
escarbar milenios.
Pagado
y miserable
Cuatro
pesos el metro cúbico:
Ripio
arena y sangre
Para
la construcción del Caracol
Cuatro
pesos
El
metro lineal de alimento sudoroso
Monedas apagadas de sonido
Cara
de la Miseria
Sello
de la vergüenza.
La firma constructora:
Cuatro
millones
Mil
y más mil dólares se necesitan
Ya
vamos llegando
Un
poco más de fuerza y ya estaremos
Cómo
no aprovechar la mano de obra
Si
por vez primera no cuesta nada
Cuarenta
y mil siglos la Arenera
Con
sólo diez uñas y el silencio.
Flor se llamaba.
Nada
más que una crónica
Un
suelto de noticia cotidiana.
Flor María Beltrán
Y
dieciséis años
En
los brazos de Julio
Vivientes
En
la población "Lo Amor"
Qué
coincidencia
Cinco
bocas
Menos
mal que sólo cinco bocas
Cinco
bocas asociadas con el hambre
Una
ligera operación aritmética
Y
tenemos
Algunos
pares de zapatos metafísicos
Una
que otra vez
Uno
con otro
Una
que otra vez el andrajo colorido
Una
que otra vez el mendrugo
El
jergón, la Eucaristía.
En el río Mapocho
Llegó
a puerto la Flor
Dieciséis
años
Recalando
en puertos de pasada
En
aguas turbias
Resacas,
mareas.
Una
que otra sonrisa entre la nada
Dieciséis
años en los brazos de Julio.
No la ayudó
La
arena decantada
No
la ayudó
El
rodado cantar
De
la piedrecilla volandera
Bajando
los pendientes
Las
promesas.
No la ayudó Julio
A
pocos pasos de impotencia
No
la ayudó la esperanza
De
cinco bocas esperándola
Las
cinco esperas hambrientas
Repetición
de ojos oscuros
Abiertos
al miedo
Bofetón
impotente al firmamento
Puño
encerrado y maldiciente
A
la estrella perdida.
Mala suerte la vida, Flor
Beltrán
Muy
lejos tu sonrisa tu esperanza
Ese
lejos
Cuando
la primavera diseñó tu cintura
Ese
tan lejos
De
la palabra coincidente
Ese
más lejos
Cuando
Julio Cifuentes
Enterneció
la "mejora" con sus besos
Ese
presente -lejos
Cuando
la vida Mentirosa por cierto
Encendió
tus pupilas
Y
se afincó en tu vientre
Durante
cinco veces
Para
después de un tiempo
No
el justo, no.
Tus
diez dedos sin uñas, tus silencios
Tus
cinco bocas ávidas
Tu
Julio
Los
tragará la arena, tu alimento.
Flor María Beltrán
Compañera
arenera sin palabras
Sin
títulos, sin zapatos
Con
la misma pollera
Te
sepultó el más grande de los derrumbes.
En tus pestañas, en tus crenchas
Florecen
las arenas.
Gracias por compartir el maravilloso trabajo de la mejor poeta chilena!
ResponderEliminarUn beso